Lo difícil no es follar, lo difícil es enamorarse

Lo dificil de enamorarse.

Hubo un tiempo en que nos enamorábamos doblando esquinas. Nos colgábamos de cualquier frase, del tipo que te miraba con cara de pillo en el primer bar de copas donde las luces se iban a negro o del que te agarraba de la mano pasadas las tres de la mañana para inmolaros juntos en un rincón oscuro, de la chica con el vestido rojo que apartaba la mirada tímida o de la que reventaba las tarimas cuando sonaba la canción del verano.

Estrenábamos milenio. Éramos jóvenes y ricos, sin más pasta que la que aliñábamos con atún en los pisos más soviéticos de cualquier capital estudiantil. No teníamos más intención que vivir de sábado en sábado y rezar a las noches de verano peregrinando de terraza en terraza hasta que el sol empezaba a calentarnos la espalda.

No salíamos a ligar, pero casi. Volvíamos enchochados a casa y arrastrábamos a la pandilla al mismo bar el siguiente sábado dejando margen escaso a la casualidad. Eran tiempos para esperar que aquel Nokia se iluminase con un aviso de mensaje. Tiempo de relámpagos.

Ahora el milenio ha perdido el color luminoso de las primeras veces. Los bares nos recogen en noches cada vez más señaladas, quedamos más para comer que para cenar. Hemos encontrado en la red otra manera de conocer gente, enseñamos nuestra mejor cara en espontáneas fotos de perfil en la red social de turno y seleccionamos. Follamos más que a los veinte, y mejor, mucho mejor.

Nosotras distinguimos con mayor claridad el sexo del amor y nos hemos sacudido aquella costumbre de hacernos las estrechas en la primera cita, por aquello de guardar el misterio. No nos enamoramos del que descarta por ventilar el misterio la primera noche, hace tiempo que sabemos que el misterio está por encima de la línea del bikini. Estamos mucho más seguras de nosotras mismas y eso ya no tiene solo que ver con el físico. Hemos aprendido a disfrutar del sexo y buscamos en él lo que necesitamos mientras seguimos buscando el amor con la tranquilidad que da el soniquete de un artefacto bomba.

 

Vosotros necesitáis algo más que follar. Aquello de levantarse en un lugar que no reconoces al lado de alguien que tiene más de siete diferencias con la que era la noche anterior estuvo bien y lo está pero ya solo de vez en cuando. Las ganas de follar son las mismas que al principio del milenio pero las prioridades han cambiado. Ahora os gusta levantaros pronto, salir a correr y volver a casa pensando en desayunar rico y con calma. Buscar en la agenda alguien con el que te apetezca comer, charlar y follar. Un miércoles de caricias con los pies entre tinto y queso curado a los pies de las alfombras para contarse lo que ha dejado el día. Camas deshechas entre sábanas que os turnáis a cambiar.

Follar es fácil, pero  el amor no está.

No sabemos dónde se esconde, si está ahí o tiene que venir alguien a poner las luces. Hemos aprendido que estar enamorados no es lo mismo que estar en pareja, que el amor no es lo mismo que querer a alguien, no significa solo querer estar con alguien.

Martina sigue sobresaltándose cuando él le envía un mensaje pero duerme desde hace casi un año al lado de Juan. Daniel duerme en casa cada noche, pero desde hace más de un año, todos los miércoles sale de la oficina un poco antes y timbra en un portal que no es el suyo. Sale dos o tres horas después, con la culpa exacta para volver.

A Leo le hubiese gustado hacer de la vida algo más que un paseo pisando suelo. Quiso ser bailarina y acabó siendo la chica que bailaba entre las mesas por David. Se olvidó de sus sueños, por vivir una vida más práctica con él. La vida de él, que se convenció sería la suya porque el amor también lleva en las costuras renunciar. Se mudó de Londres a Madrid y comenzó a vivir los sueños de él.

Luz veraneaba con sus padres en un pueblo de la costa cuando conoció a Javi, se enamoraron y el amor duró cuatro años. Ella conoció a Rafa poco tiempo después y se fueron a vivir juntos. Hicieron montones de viajes en los que planeaban el siguiente, tuvieron hijos, celebraron el décimo aniversario rodeados de amigos. Rafa lleva a los niños al colegio y ella los recoge. A ella no le gusta cocinar así que él se encarga de lo fogones y ella de la casa. Luz se encontró con Javi de vuelta a casa después de un viaje trabajo a Barcelona. Se pasaron todo el trayecto poniéndose al día y recordando los veranos en aquel balcón del norte. Los recuerdos no los removieron igual. En la estación Javi le presentó a su mujer. Se saludaron muy cariñosas y Luz vio un brillo familiar en los ojos de ella. Se cambiaron los teléfonos con la promesa de llamarse y cenar los cuatro con los niños. Los vio dirigirse al parking mientras sacaba el teléfono del bolso. «He perdido el tren, haré noche aquí y cogeré el primer tren de la mañana». Colgó el teléfono y buscó un hotel en su ciudad.

A ninguno les molesta esa ausencia de amor porque hay gente que no se enamorará nunca, gente que cree que el amor  viaja en pareja, en familia, se reparte las labores de casa y sale a cenar una vez a la semana con un grupo de amigos. Los domingos al cine, los sábados al teatro y un montón de planes en playas vacías o ciudades atestadas.

No creen que el amor son pequeños destellos en la calma de la tormenta después de que haya estallado el gran relámpago, pero siempre, siempre  hay un relámpago. Que el amor es eso que se esconde tras los focos, detrás de lo cotidiano y las rutinas. Que al amor, como a la vida, hay siempre que pedirle un poquito más.

No intuyen ni de lejos que el amor siempre suma dos, que en el amor uno siempre empuja al otro y  muy a menudo en direcciones opuestas. Porque solo dos unidades fuertes, individuales, dos enteros, suman dos.

No saben que la vida es para vivirla y que sino es mejor estar muerto. Los suficientemente muerto para no intuir que la vida está en otra parte, que el amor no es lo que piensas. Lo confundiste con la soledad.

 

21 comentarios en “Lo difícil no es follar, lo difícil es enamorarse

  1. Guapa!!! Es muy bueno. De verdad.
    Te voy a resumir mi visión del amor que para no hacer un texto largo te haré una horrible lista con lo imprescindible del amor;
    – No es eterno. Tiene principio y fin. Aquí, para hacerlo «eterno terrenal» están las condiciones ambientales.
    – Y si el amor es eso tan puro que nos contaron, en el que deseas que la otra persona sea feliz a pesar de tu infelicidad… Si eso es el amor. Solo hay un amor verdadero. El que se puede tener a un hij@ y quizá, a otros familiares. Aunque el que se tiene a un hij@ es el más incondicional sin duda hasta que el hij@ es más o menos adulto (luego dependen de cómo lo hayas educado se pone al nivel de otro familiar, o sigue elevado).
    -Lo de diferenciar amor de enamoramiento… Costumbre… Cariño… Astio. Son tonterías. Todo es amor. Más bien son diferentes estadíos del amor.
    -Nadie debe buscar el amor, todo el mundo ama, sobretodo las buenas personas. La gente sin cicatrices, o con ellas bien reparadas… Esos que son los más sanos, están abiertos al sentimiento sin buscar amar a otros, y abiertos a afluir en ello.
    -Lo que la gente busca es una forma de vida, o alargar el amor con alguien para que su vida tenga sentido, o la maternidad/paternidad, emoción, salir de los malos hábitos… Eso es lo que se busca… No el amor.
    -La sociedad nos ha llevado a un tipo de amor en pareja concreto. Esta metido a fuego, de manera que esa estructura nos da felicidad (me incluyo) a la mayor parte de nuestros congéneres humanos, aunque visto lo visto… Da error masivo.

    Esa sería mi enumeración de básicos de amor aunque cada punto daría para foliossss. Lo que está claro, es que las personas que describes qué vivimos en la parte ya no tan brillante del siglo… Aman, todas. No es un problema de encontrar el amor. Es un problema de que si en alguno de los casos no son felices con cómo viven el amor, han de cambiarlo. No más.
    A ver si me entiendes… Que no tendré razón en nada y que en dos años pensaré diferente… Pero hoy creo esto.
    Me leeré otra vez el libro de Ortega y Gasset; Estudios sobre el amor a ver qué pasaba destripándolo…
    Buen finde!!!!

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  2. Me encanta cómo escribes!
    Quisiera aportar un video sobre la pareja…
    Un punto de vista sobre la pareja, el amor, qué intercambiamos… para reflexionar.

    Pienso que es profundo y clarificador.

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  3. Dicen que las buenas costumbres no hay que perderlas. Por eso te sigo leyendo entrada tras entrada, post tras post. Porque un día, hace ya muchas lunas, decidí que esta sería una buena costumbre. Y lo es porque me reconforta lo que escribes y sobre todo, cómo lo escribes. Aunque sinceramente creo que la clave es la temática. Es como esos monólogos en los que te partes el ojete mientras asientes con la cabeza y dices «si, si, ye verdad, ye verdad, a mí me pasa lo mismo». Concluyamos, pues, que leerte me gusta por una cuestión de empatía. El procedimiento es siempre el mismo: leo rápido, pienso y vuelvo a leer despacio mientras escucho la canción que acompaña al texto. No sé si será porque tenemos gustos parejos o porque al leerte bajo un poco la guardia, pero el caso es que esas canciones siempre me «llegan». Será por eso que llevo semanas haciendo la cena con la voz de Andrés contándome la historia de una chica que volvió para pedirle perdón por los bailes o con la dulce Silvia recitándome versos de Lorca.

    Tendría que tirar de estadística pero me arriesgo a decir, casi con toda seguridad, que no follo más que cuando tenía 20 primaveras. Y aunque los números arrojasen una cantidad de polvos pareja, debo decir que la sensación es de follar menos ahora que antaño. En la cuestión de calidad, ahí estoy de acuerdo. No hay discusión. Pero, obviamente, es una cuestión de experiencia. Claro. Creo que hay una franja de edad, que va de los 30 a los 35, en la que es extrañamente complicado ligar. Hay excepciones, por supuesto. Habrá miles de ellas. Hablo por mi propia experiencia personal. Yo lo veo así: antes de cumplir los 30, no paran de pasar trenes por la estación. Te subes a todos los que puedes. Unos no van a ningún sitio, otros son de trayecto largo, a otros te subes sin comprar el billete, a veces vas saltando de uno a otro… pero al final te bajas de todos, de algunos incluso en marcha. Poco a poco, tus amigos dejan de acompañarte a la estación. Y un día, de pronto, estás sólo. Y no pasan trenes. Y los pocos que pasan, van llenos. O vacíos. Y, o no puedes, o no quieres subirte. Y te conviertes en ese tipo que espera mientras piensa, a ratos con nostalgia, a ratos con cierta culpabilidad, en los trenes que dejó escapar en aquellos días de vino y rosas.

    Han cambiado los conceptos. Dudo que sea simplemente una cuestión de edad. Las noches se han vuelto demasiado turbias y a partir de ciertas horas y en ciertos lugares, todo lo que te rodea es peligroso. Y te vuelves a casa, bien copeteado y bien cansado. Derrotado. Relamiendote las heridas. Con una extraña sensación de haberte perdido algo, de estar fuera de lugar y de tiempo. Pensando que necesitas encontrar un lugar para solteros de más de 30 años que no hagan trampas y en el que poder invertir el poco tiempo que el puto trabajo te deja libre. Pensando en aquella chica y en qué estará haciendo ahora. Y ese, sin duda, es el momento más peligroso para usar el whatsapp. Sigo convencido, y nadie me quitará la idea, de que sería necesario una especie de alcoholímetro en los teléfonos móviles para poder usar ciertas aplicaciones en ciertos momentos. «Lo siento, está usted demasiado borracho para usar whatsapp. Duerma e inténtelo de nuevo. Disculpe las molestias. Gracias».

    Han cambiado los conceptos, insisto. No buscamos número de noches, buscamos calidad de noches. Buscamos cenar bien, tomar un par de copas que no destrocen nuestro estómago, buscamos el amor al final de la barra y buscamos despertarnos frescos como lechugas al día siguiente. Es una utopía, claro. El pack completo no lo venden. Lo tengo comprobado.

    Dices que hay gente que nunca se enamorará. Y la veracidad de tus palabras es atronadora. Porque yo también lo creo. Hay gente que vive demasiado predispuesta a no enamorarse. Lo que es peor, al menos para mí, es que hay gente que nunca sabrá que está enamorada. Gente que nunca sabrá apreciar los píes fríos y las tardes de sofá con cabezas apoyadas en ombligos. Gente que no sabrá que no hay mayor muestra de amor que ese beso en la frente y esa caricia en la mejilla cuando suena el puto teléfono de guardia a las 4 de la mañana.

    Tanta tecnología nos está volviendo gilipollas. Y tanta red social nos está volviendo inútiles. Y lo digo yo, que las uso. Por eso lo digo, porque me estoy volviendo inútil. Hace un par de semanas, a la salida de un concierto de Rafa Pons, dos chicas intentaban hacerse un selfie en la puerta. Al pasar a su lado, nos pidieron por favor si podía hacerle la foto uno de nosotros. El teléfono no era muy potente y la foto salió regulera. Le dije, si queréis os saco la foto con el mio que tiene 2 trillones de megapixeles y que hace fotos chachis y luego te la paso. Fui rápido y ella no supo reaccionar. Así que dijo, ok, ok, guay. Y así conseguí su número de teléfono. Nos despedimos y uno de mis acompañantes, joven compañero de curro de a penas 25 primaveras, no salía de su asombro. Pero, pero, ostia, jajaja, vaya morro, chaval, jajaja, cómo le dices eso?! yo flipo, jajaja. Le dije que así era como se ligaba antes de Tinder.

    Por eso busco ese lugar. Ese lugar en el que poder hablar con una chica sin que sea demasiado jóven o vaya demasiado colocada. Porque, y esto es un hecho contrastado, las chicas jóvenes y las chicas que hacen trampas, no entienden las técnicas de ligoteo de antaño.

    Bueno, así es como lo veo yo…

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    • Creo que eres el único que escucha las canciones y eso me encantaaaa! Porque yo también lo hago antes de publicar y lo escrito siempre tiene más fuerza con banda sonora. Si algún día publico en papel las canciones estarán ahí. Son imprescindibles para mí. Hay gente que tiene un concepto del amor distinto al mío y no es eso para el mí el amor en pareja. He escuchado a gente decir que le ha costado mucho enamorarse de alguien con la que ya mantiene una de esas relaciones serias y felices. No dudo que lo sean pero sé que eso no es el amor en pareja, será otro amor. No en el que yo creo. También hay quien ha decido estar en pareja porque eso es lo único que le pide al amor. Yo siempre le pido a la vida un poquito más, lo que se esconde detrás de los focos. Un amor a lo Elvira Lindo y Muñoz Molina. Eso es para mí el AMOR. Una lotería que no ocurre solo al encontrar a alguien con el que compartir familia y piso. Otra cosa. Gracias por ser tan generoso con esta camarera, gracias por LEER, por lo bonito que miras. Gracias por los bailes. Besiños

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  4. Efectivamente hay y habra siempre gente que nunca se enamorará porq no quieren o porque se van con el/la primer/a que pasa para no estar solos.Lo cual es un error…pues cualquiera te toca la piel pero casi nadie el alma…
    con respecto al amor, dire que es como la tortilla de patatas, la de cada madre y cada bar saben distintas…pero todas son tortillas…asique yo creo que cada uno tiene su forma de verlo y de sentirmo asi como vemos la vida de diferente manera. Asique cada uno tendra que buscar la fórmula que le funciona…

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  5. Yo ya he vivido el amor, con sus emoticonos, con el cielo rosa cada mañana y con sus espinas correspondientes también, sé que no volveré a tener una oportunidad como aquella, pero me quedo con el que «yo sí que lo he vivido». Estoy de acuerdo de que no todo el mundo sabe lo que es el amor elevado a la máxima potencia.

    Coincido un poco con Moro, para follar busco de 30 y algo, para charlar con una copa de vino, alguien más maduro, me aportan más.

    Querida, eres una artista de las letras. #teadoro

    Saludos!!!

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  6. Este fin de semana he estado con gente de la universidad a la q no veía desde q acabe la carrera… Hace ya 16 años. Y sólo una de ellas continúa con aquel q en su día era su novio.

    Nos contaba q después d tantos años y 2 hijos en común aún se le acelera el corazón cuando su marido le escribe un W app diciéndole «hola guapa».

    Yo no me pienso conformar con menos… No quiero arrepentirme el día de mañana de no haberlo intentado. Es una decisión personal, pero mi carácter tampoco me ha permitido conformame con un simple compañero de viaje, o compañero de piso … Ojalá! Mi vida sería bastante más sencilla, pero no voy a dar de lado a mis sentimientos y guiarme x la razón.

    Sólo se vive una vez…

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  7. Mis más sinceras reverencias por tan excelsa prosa que también hago extensible a NU y Moro.

    En mi caso, tendría tantos aspectos que aportar que tal vez debiera comprimirlos en un fichero .zip para poder plasmarlos.
    Quizás me anime a ello en otra ocasión. Únicamente… un aporte al respecto.

    – El ser humano ha nacido para vivir acompañado, de eso no hay duda. Ansiamos encontrarnos con el otro, sobre todo con ese otro especial que nos completa y que sentimos que da sentido a nuestra existencia. Pero el camino del amor tiene muchos baches.-

    -El buen amor siempre milita en el respeto y la igualdad de rango, lo que quiere decir “soy como tú, ni mejor ni peor”. El buen amor es con los ojos abiertos: es aquel capaz de mirar y ver la realidad, respetarla y aceptarla. En este sentido, el buen amor hacia los padres es aquel que los acepta y quiere con sus imperfecciones, con sus culpas y sus penas. Y lo mismo sirve para la pareja.-

    (Libro-El buen amor en la Pareja; Joan Garriga, Ediciones Destino.)

    He podido contar con la suerte de desayunar y dialogar con el autor, en más de una ocasión, en mi propia casa de manera muy placentera e ilustrativa. Vale la pena conocer su obra y ponerla en práctica, pero más aún, poderlo escuchar en persona, lo mismo que a su compañera Mireia Darder.

    http://www.rtve.es/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-entrevista-mireia-darder-nacidas-para-placer/2425533/

    Saludos.

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  8. enamorarse es FÁCIL cuando aparece la persona adecuada … y una/uno está «in the mood for love»… sin más. tan simple, tan complejo.

    bicos para a taberneira desta linda terraza!

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      • Está genial eso de pedirle a la vida un poquito más… yo de un tiempo a esta parte, lo quiero todo y un poquito más, también… pero me refería a que a veces el amor lo tiene uno/a a la vuelta de la esquina y en cambio da vuelta a toda la manzana para encontrarlo…cuando podría ir directo, vía agradable calle peatonal.

        El domingo leía un artículo de una chica gallega que ha decido vivir en Asia y desplegar su arte porque le parece un continente con gente más real y por lo tanto «original»… yo lo ampliaría a áfrica y américa (no estuve en oriente). En Europa (decía ella), la gente se pierde en la complejidad de lo subsidiario que rodea su vida…

        Hace años que me atraían la voluptuosid de las curvas que trazaban las piruetas de la vida. Me perdía en infinitas horas de pensamiento en espiral…que a menudo suele diluir el objetivo final de lo que una busca. Sin embargo, en estos últimos meses de experiencia con gente totalmente diferente a la que había conocido con anterioridad, me he dado cuenta de que la felicidad (el amor) y/o sucedáneos… está más cerca de lo que creemos…quizá debemos volver a trazar un línea recta entre dos puntos para llegar a ELLO/S… o simplemente salir a calle todos los días a buscarlo… sin tantos rodeos y volteretas.

        Pero bueno. Le pido una tarde libre de navidad para profundizar en ello. Me la concede?.

        Un abrazo y hasta dentro de nada 😉

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