Creer y no creer, esa es la cuestión (II).

Escalera de IncendiosSeptiembre llega y te obliga a aceptar el pulso. Saluda a los presentes, dobla con cuidado los recuerdos más dulces, mete en el neceser los tarros de cristal llenos de momentos de inadvertida felicidad y un buen número de tarros vacíos con las sensaciones agradables que te ayudarán a encarar la falta de luz. Se lleva el moreno, todos los Bailando que sonaban en cada esquina y tu amor de verano. Septiembre es un parón antes de terminar el año para mirar por el retrovisor. El año pasado me senté aquí a lanzar mi Credo. Igual que hago ahora, pero diferente.

No creo en los tibios ni en los fríos. Creo en la gente que tiene una opinión firme sobre ciertas cosas y que  no tiene miedo a cambiar de opinión si se convence de ello.  Creo que es sanísimo ser práctico pero también creo que es sanísimo practicar el lado emocional, el animal menos animal.

Creo que hay momentos para pensar y otros para sentir, y aprenderlo es síntoma de avanzar. Creo que vivimos tiempos en los que todo brilla pero nada arde. Creo que la piel es de quien la eriza y que tú eres de quien te acuerdas cuando tienes miedo.

Creo que me he equivocado mucho para llegar hasta aquí y que ha empezado una etapa de balance que no tengo claro dónde me va a llevar pero que sé no me dejará como soy.

Creo que deberías ir a ver la maravilla que David Fincher estrena en octubre, pero antes tienes que leerte el libro. Hazme caso, aquí sí importa el orden. No aplica la conmutativa (pincha).

No creo en los que ayudan a violar tu intimidad googleando las fotos que alguien ha robado de tu teléfono. Por supuesto tampoco creo en el ladrón, pero ya sabes «pequeñas acciones, grandes cambios».

Creo que el amor se encuentra antes si se busca. Creo en la actitud. Creo que solo se conserva lo que no se amarra, que hay que lanzar lejos y no esperar el efecto boomerang. Creo en el ahora.

Someday

Creo que Imagine  y Perfect Day están sobrevaloradas. Creo que te estás perdiendo algo grande si aún no has escuchado al Sr. Méndez y a todos sus pájaros, así que sube el volumen.

Creo que no siempre hay que alzar la copa cuando el anfitrión propone un brindis. El tiempo es escaso y se pasa volando, no lo pierdas en cosas que no quieres hacer. Repítelo alto y fuerte. Sí, te lo digo a ti . Sí a ti .

No creo en la gente que solo se queja, tampoco en la que siempre dice estar bien. Creo que todos debemos pasar al menos por una tormenta, el traje que elijas para salir de ella depende de ti.

Creo que todo cae, a pesar de que en un momento el suelo parezca infinitamente lejano. Todo cae. Creo que vivir es ir borrando certezas de una lista que el tiempo regenera para dejar paso a certezas nuevas que el tiempo…y así sucesivamente (debería ser).

Creo que hay un montón de tontos mirando al dedo cuando el sabio señala la luna. Creo que aquello que alguien se permite contigo solo por ser mujer, es parte del machismo enraizado en la sociedad y al que nos hemos acostumbrado y ya no nos alerta. Que te moleste o no, que le des valor o no dependerá de lo que te impliques en mirar en vez de ver. Creo que a veces la lente que todo lo mira no hace foco.

Creo que hacen falta relámpagos, que nos hemos acostumbrado al ruido, que nos quieren en soledad y que deben tenernos en común.

Creo que la fidelidad a los tuyos es innegociable, que la honestidad no es una virtud sino una obligación. Creo que NO todo el mundo suma, que hay gente que se compra un piso en primera línea de playa y la terraza le da para atrás. Creo que NO del todo mundo se aprende.

No creo en la gente que NO duda y tampoco creo en los que dudan y NO deciden. La duda ha traído los mayores avances a la humanidad, la ausencia de decisión NO.

Octavio Paz

Creo que hay que pintar una línea que les diga » NO PASAR». Creo en la importancia de saber decir no. Creo que el respeto es un fondo de armario que a veces caduca , que todos tenemos un lado tierno, uno bueno y otro malo, un lado arisco y otro meloso…y que los demás deben ver solo el lado que se merecen.

No creo en los dramas cotidianos. Creo que el sufrimiento en tu día a día es opcional, los problemas de verdad son aquellos que nunca pasaron por tu mente, esos que te  sorprenden a las cuatro de la tarde de un martes cualquiera. No te hagas putadas.

Creo que septiembre es tan buen mes como otro cualquiera para sentarte a hacer balance. Puede que venga a poner en hora al despertador, a apagar la música, pero aún nos quedan cosas por hacer. Pequeñas cosas importantes.

12 comentarios en “Creer y no creer, esa es la cuestión (II).

  1. Entrada llena de la melancolía del otoño que aun no ha llegado aunque asoma por la ventana. Septiembre es un mes lleno de esperanza ya que empieza el curso para todos, grandes y pequeños.

    Muchos de los que durante el año tienen dudas, terminan de resolverlas con la luz del sol del verano, y ejecutan sus decisiones en este mes de septiembre. Para muchos, este mes más que suponer una parada para la reflexión es justo lo contrario, un impulso para ejecutar lo ya reflexionado. Sin tener por que darnos cuenta, muchas veces nuestras dudas se resuelven solas, justo cuando dejamos de pensar en ellas es cuando vemos encajar las piezas. El verano nos ha servido para encajar esas piezas. Ya no es tiempo de parar sino de acelerar. De ser firme en nuestras decisiones y ejecutarlas tal y como creemos que debe ser.

    Otros quizás sigan con sus dudas. No pasa nada. En enero hay otro comienzo de curso. Seguro que las navidades permitirán que otro buen puñado de nosotros volvemos a aclarar nuestras dudas.

    Y aunque duden de nosotros por dudar, no es malo hacerlo si lo hacemos por nuestras razones y circunstancias pero con el objetivo de dejar de hacerlo. Hace falta tiempo para decidir. No sabemos cuanto tiempo. Cada uno….y cada duda….llevará el suyo.

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  2. Yo tambien pienso que en septiembre se ejecutan todos aquellos ‘run-run’ que no hemos aniquilado antes por diversas razones.
    Como dice Antonio, quizas cuando menos pensamos mas claro lo vemos todo, el ejercicio seria aprender a no darle tantas vueltas, especialmente a lo que ya esta claro, aunque nos cueste reconocerlo.

    Gracias por crear este blog, y por invitarnos a la aceptacion a aquellos que la ‘normalidad’ a veces nos hace sentir bichos raros.

    Me declaro fan incondicional de tu blog!

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  3. Reflexiones de inicio de curso… Seamos sinceros, el año no empieza el 1 de Enero, empieza cuando se va el verano.

    Y no está nada mal comprobar que uno no es tan raro cuando lee tu credo, que toda esa gente tan gente no es toda, que nada está tan perdido ni podrido.

    Más arriba tienen razón: te leeríamos si escribieses cada día, si todas las reflexiones que te haces de camino al trabajo las trasladases a esta terraza en la que tantos nos sentimos tan a gusto.

    Gracias, por tanto.

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    • Eduard!!!! He llorado como una perra leyéndote!!!No sé como agradecerte que te pases y me digas todas esas cosas bonitas!!!Es un subidón para seguir escribiendo. Mil de besoos y gracias a ti por TANTO!

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  4. Ya llego. Me retrasé. Ya sabes, este ritmo de vida me pilla a píe cambiado casi todos los días. Fui de los primeros en leer pero de los últimos en comentar…

    Tengo la suerte de que en mi pueblo las fiestas son el primer fin de semana de Octubre. En mi casa, desde que tengo uso de razón, siempre se dijo que el verano acaba cuando acaban las fiestas. Así que aún es verano para mí aunque en su definición ya nos haya dejado hace unos días. Estoy en el tiempo de descuento pero a veces en esos minutos llegan las emociones más fuertes. El partido está empatado y aún puedo marcar el gol de la victoria. Después… lluvia, noche prematura y abrigo. Cómo pasa el tiempo, joder… en nada ya toca comprar lotería de Navidad, oh, blanca Navidad…

    No creo que Imagine y Perfect Day estén sobrevaloradas. Es decir, es lo de siempre, todo es tan relativo… No creo en las clasificaciones subjetivas porque no son demostrables: mejor canción de la historia, mejor película de la historia, mejor jugador de fútbol de la historia… Nadie me puede decir que esta o la otra es la mejor canción porque para mí es otra, esa que me emociona, que me lleva a un lugar muy lejano, que me hace temblar… Y hay infinitas canciones. Y siete mil millones de personas en el Mundo. Imaginemos pues cuántas clasificaciones puede existir… No he visto ninguna guerra de ninguna galaxia y no conozco a ningún señor de ningún anillo. Ninguna película ha triunfado tanto en este país como «Ocho apellidos vascos» y no sé de qué va. Bueno, lo intuyo por tanto comentario… pero no la he visto. Me cansó sin ni siquiera verla. Por tanto ya no es la mejor película del cine español. No para mí, claro. No ví Lost, ni Prision Break, ni Juego de Tronos. Y no me arrepiento. ¿Sobrevaloradas? No soy quién para valorar. Error muy común: juzgar sin saber. Y por muchos goles que meta Messi y por muchos títulos que gane, para mí no habrá nadie como Maradona. Porque lo que hizo el Diego nunca lo podrá hacer Leo. Porque, por mucho que se empeñe él y se empeñen los demás, nunca podrá vengar a los caídos en las Malvinas ni revelarse contra el norte rico de ese país dividido al otro lado de los Alpes. ¿Imagine? ¿Perfect Day? Habrá quien las tenga en lo más alto. No es mi caso. Todo es tan subjetivo…

    Comparto esa idea de que sólo se conserva lo que no se amarra. Creo que Jorge Drexler también piensa como nosotros. Ahora, lo de buscar el amor… sí y no. Sí porque es necesaria una predisposición. Y no, porque hay cosas que, si se buscan, se pierde el encanto en el hallazgo. Por tanto, comparto y no. Lo sé, suena a respuesta gallega (con cariño, eh).

    Dices tantas cosas que comparto… pero no estamos aquí sólo para piropear (no hace falta insistir, ya sabes que nos encanta cómo escribes), estamos para comentar, para debatir, para intercambiar principios. Por desgracia, creo que no todo cae siempre. Los villanos siguen ganando, los gilipollas con suerte la siguen teniendo y la avaricia sigue más vigente que nunca. Es pesimismo global. En particular, soy optimista. Para cambiar el mundo hay que empezar por cambiar tu entorno, tu círculo vital. Y ahi sí que voy consiguiendo avances importantes. Ahí, en mi entorno, sí que caen las cosas. Por su propio peso. Y es bueno y necesario aunque algunas de esas certezas eran maravillosas, debo confesar. Se pierden en el olvido aquellos que no estuvieron cuando tenían que estar y no es tan grave como parecía. Y caen certezas que tenía seguras. Muchas. No se puede caer bien a todo el mundo ni quedar bien siempre con todos. Siempre sale mal y acabas sufriendo. No se puede tener un millón de amigos (Roberto Carlos creía que si pero a él esa utopía también se le cayó). Todo cae, sí, pero en el mundo particular de cada uno. En el otro, el que está más allá de tus muros, hay cosas que nunca caerán.

    No sólo no creo en la gente que se queja sino que voy más allá. Odio esa forma tan «sutil» que tienen de preguntarte para seguir quejándose. Ejemplo:

    – ¿Qué tal en el curro?
    – Bueno, pues no muy bien, hicieron un ERE, llevo un par de semanas en casa y…
    – Jolín, pues yo, buf, para qué contarte… el jefe me tiene explotado, ando súper agobiado, últimamente salgo tarde todos los días y no puedo ir a entrenar a padel. Y bla, bla, bla, bla…

    No lo soporto. Callo, por educación y por tonto. Pero no lo soporto… Y esto hila con tu plan de pintar una línea que advierta de NO PASAR. Cuando te abres del todo, los que te quieren, te escuchan. Los cotillas, oyen. Cuando te abres del todo, pierdes el enigma, el misterio. Hay que cerrar la puerta y dejar entrar sólo a los que te abren la suya. Y llamar cuando estás jodido a los que sabes que te llamarán cuando ellos estén igual. Si no, no hay trato que valga. Si confías en todo el mundo, crees que todo el mundo confiará en ti. Cuando le enseñas tu interior a todo el mundo, crees que todo el mundo te enseñará el suyo. Cuando ayudas a todo el mundo, crees que todo el mundo te ayudará. Haz el bien y no mires a quién. De acuerdo. Pero sí lo haces, no esperes que todos correspondan. Ahí está el error. Y ahí está la decepción. La amargura. Línea de NO PASAR sí, pero con una lista de invitados reducida. Como en las fiestas privadas.

    Yo no quiero relámpagos. Me asustan. Y me llevan a un tiempo lejano, a una tarde de verano que… http://elmorodematanza.blogspot.com.es/2009/09/insomnio.html

    Todo el mundo duda. Quien diga que no, miente. Siempre desconfié mucho de las personas que aseguran no dudar nunca. Hay que ser decidido, me dice siempre mi madre. Y ella lo es, siempre. Y fuerte, muy fuerte. Pero incluso ella, duda. No lo dice, pero yo lo sé.

    Dice Ismael que la adolescencia es un Septiembre lejano. Es eso y muchas más cosas. Es la vuelta al mundo real. Es el adiós a ese amor de verano. Es la certeza de que no se puede vivir siempre soñando.

    Y puedo decir que no me estoy perdiendo algo porque al Señor Méndez lo escucho desde que era Yuri y decía que se puede matar con un sólo beso, con buena cara, con un no a destiempo.

    En fin, perdón por el retraso. Esta Estrella de Galicia que pedí ya está caliente… me pones otra?

    Saludos

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  5. Ayyyyy yo sí que llego tarde!!!Ya sabe, vengo de aquellos polvos… 😉 . Espero que no se haya ido,no he llegado a tiempo para ponerle otra Estrella( qué buen paladar, oiga) pero trataré de compensarle con lo único que se hacer. No se olvide de pasar por aquí mañana. Le espero puntual.

    Respecto a sus «credos» y los míos nada que objetar. Son los suyos. No venimos aquí para darnos la razón como lo hacemos mil veces fuera de esta terraza por compromiso o por no seguir escuchando, ya sabes!!! Me encanta que te pases por aquí a decirme lo que piensas sin filtros. Lo genial que tiene este blog es encontrar gente como usted!!! Besazos

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